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@venusdemiloco
NacΓ a temprana edad en una ciudad frente al mar, atravesando mil galaxias en mi afΓ‘n por despertar nuestras ansias de amar. ππππ - βΌ βοΈ βΎ βοΈ
Cada amanecer de verano es un lienzo infinito pintado con fuego y sal.
El sol en la piel, la arena en los pies, y esa forma en la que el mar guarda nuestros secretos.
No estΓ‘s atrapada, solo has olvidado tu fuerza. La puerta estΓ‘ abierta, pero primero debes acariciar al miedo que te hizo creer que no podΓas cruzarla.
Hoy el alma decide en silencio. Pausa lo urgente, escucha lo eterno. Lo que sueltas te revela. Lo que eliges con el corazΓ³n, te lleva a tu mundo verdadero.
Mis dedos aΓΊn buscan el mapa de tu cuerpo, tatuado por la pasiΓ³n de aquellos dΓas; quΓ© dulce tormento esta nostalgia que me ata a tu fuego.
Si mi alma fuera jardΓn, en tu abrazo florecerΓa sin miedo al tiempo.
Γramos dos estrellas errantes hasta que la gravedad del destino nos hizo colisionar.
Y si el olvido es tu ΓΊltima senda, si escogiste ser brisa y no regresar, que el viento te lleve mis labios callados, y que en su murmullo me puedas hallar.
Cuando pienso en el comienzo, π‘π’Μ piensas en el final, si te digo que te quiero a ti, π‘π’Μ crees que estΓ‘ mal, que mi amor es utΓ³pico, clavΓ‘ndose profundamente π‘π’π palabras como un puΓ±al.
El eco de tu risa aΓΊn se posa en los alfΓ©izares de mi memoria, una nostalgia dulce que el tiempo no ha podido desvanecer.
Entre hojas secas y suspiros, hallΓ© mi nostalgia danzando con la luz pΓ‘lida de la luna.
En el reflejo de una ventana empaΓ±ada, veo los contornos de un pasado que aΓΊn me respira en la piel.
Dos mariposas blancas danzaban entre flores como si tejieran hilos de luz. Una de ellas me eligiΓ³, se posΓ³ en mΓ como quien entrega una bendiciΓ³n sin palabras, y el viento se volviΓ³ silencio para dejarlas hablar.
Hay un rincΓ³n en mi pecho donde guardo el sabor de tus palabras, y el viento las esparce al atardecer.
La noche me habla de otros tiempos, sus estrellas son centinelas de antiguas promesas.
No estΓ‘s aquΓ para pedir disculpas por sentir. No estΓ‘s rota, ni confundida, solo eres libre, y eso a veces asusta a quienes no se atreven a serlo.
A veces cierro los ojos para regresar a aquel domingo, donde el silencio olΓa a hogar.
El sol recita poemas sobre mi piel dorada, y cada rayo es un verso que arde.
Las olas cantan secretos antiguos, y en su vaivΓ©n llevo tus susurros guardados en la arena.
Tus huellas quedaron marcadas en la arena de mis sueΓ±os; cada ola es tu abrazo que no llega.