José María Benítez
@benitezjosem
A veces me siento un auténtico privilegiado por poder ser testigo de momentos como este junto a los linces ibéricos. Este cachorro, antes de ir a jugar con sus hermanos, le hace unas carantoñas a su madre que descansaba tras cazar un conejo para ellos.
Ya he podido observar que algunos jóvenes linces ibéricos nacidos este año van separándose más a menudo de sus madres, incluso ya he podido ver como uno de ellos cazaba un conejo de buen tamaño. En estos meses irán adquiriendo experiencia para el momento de la dispersión.

Bueno, yo creo que si nos apretamos un poco, cabe alguno más para la foto, ¿no?. Eso parecía decir uno de los jóvenes gorriones que se apretujaban en su posadero antes de saciar su sed y darse un buen baño.

Este año he vuelto a las cumbres de Gredos para fotografiar a mi pájaro favorito: el Ruiseñor pechiazul. Este macho alimentaba a sus pollos en mitas de un inmenso piornal florecido.

Tras cazar un conejo, esta hembra lo lleva a sus hambrientos cachorros. En estas fechas se les ve algo “desmejorados “, han perdido el pelo invernal, muchos llevan garrapatas y en trabajo de sacar adelante la prole pasa factura.

El Zorzal común tiene un melodioso y variado canto. En Extremadura es muy escaso como nidificante, pero en invierno es muy frecuente por los invernantes norteños que buscan zonas más templadas.

Los vencejos reales aportan material para el nido en su saco gular. Los he visto llevar pelusas de chopos y telas de araña que mezclan con su saliva. Esta, al contacto con el aire se solidifica y endurece, dando consistencia al nido.

Un joven lince ibérico se alimenta de su presa favorita, un conejo. Normalmente se alimentan en un lugar tranquilo, a salvo de miradas de córvidos, que suelen importunarles mientras se alimentan.

La población de Oropéndola europea en Mérida ha aumentado en los últimos años y es frecuente oír su aflautado canto en los grandes parques a lo largo de los ríos Guadiana y Albarregas. Verlas posadas es complicado, parecen desaparecer entre el claroscuro de las hojas.

Probando cosas nuevas con los vencejos reales, en este caso un contraluz para perfilar la silueta de esta velocísima ave.

Hoy se ha hecho público por parte del MITECO el censo del año pasado de Lince ibérico. En Extremadura hemos pasado de no tener ningún lince a los 254 que fueron censados el año pasado, un enorme éxito. Poco a poco este símbolo de nuestra fauna se aleja poco a poco de la extinción

El sol se pone, y en una charca extremeña se recortan las siluetas sobre tonos dorados, de una familia de somormujos lavancos. Es una de las aves más bonitas que podemos observar en los humedales extremeños.

El Estrilda común o Pico de coral es un ave diminuta originaria de África que, debido seguramente a escapes, se asentó en Portugal en la década de los 60. Las primeras citas en España fueron ya en los años 80, y se ha asentado en muchas zonas húmedas en Extremadura.

Los ánades frisos son reproductores escasos en la comarca de Mérida. Algunas parejas usan algunas charcas ganaderas y pequeños embalses para criar. Esta foto, hecha desde hidrohide, es de hace un par de años.

Las carracas europeas, cada vez más escasas, comienzan a llegar a sus zonas de cría en Extremadura. Qué pena que esta especie, hace no mucho tiempo abundante, sea tan escasa y localizada actualmente.
Un morito captura larvas de quironómidos en las someras aguas de una charca ganadera cerca de Mérida. Esta especie, una auténtica rareza no hace mucho tiempo, es un ave muy frecuente en humedales extremeños.
Este joven macho de Lince ibérico se solea en una fresca mañana primaveral en una dehesa extremeña. Ha ocupado una zona donde desde hace décadas no había presencia de este félido, con abundantes conejos y lejos de carreteras. Espero que le vaya bien.

Una de las especies que más he fotografiado, desde que comencé en esto de la fotografía de naturaleza, es el Martín pescador. Y es que quien se resiste ante tanta belleza.

Amanece en la dehesa y en el horizonte se recorta la silueta de un lince ibérico. Tras solearse un poco con los primeros rayos del sol, comienza a buscar entre los majanos un conejo con el que desayunar.

Una de las aves más inteligentes, el Cuervo grande. Es complicado fotografiarlo, tanto por su inteligencia y recelo, como por esos negros. En días nublados se aprecia mejor la textura y color de sus plumas, como en este ejemplar, que no estaba muy confiado y no me quitaba ojo.
