Juan Lozano (el bueno)

Hola, soy Juan Lozano, y acá va la prueba de que las flores si llegaron a quien debía

Sí, el metro elevado ya está en marcha y toca continuarlo. Pero no se nos puede olvidar que lo que hicieron fue profundamente elitista: elevado para el sur pobre, subterráneo para el norte acomodado. Hasta en el transporte público esta ciudad reproduce el privilegio.

Ahora les duele Francia Márquez, pero cuando fueron gobierno normalizaron la miseria y el olvido en el Pacífico. No es solidaridad: es cinismo. El racismo estructural no se combate con trinos hipócritas.

Dijeron que el paro arrocero sería bíblico. Pero en este gobierno los paros no dejan muertos y se resuelven rápido: concertando. Lecciones de democracia para una derecha que solo supo reprimir cuando fue poder.

La justicia llegó en julio para Chiquita Brands; esperemos mantener la racha hasta el final de mes…. Ustedes saben a qué me refiero 😉

El 28 de julio se conocerá el fallo contra Álvaro Uribe. ¿Ustedes qué creen que va a pasar? ¿Absolución, condena… o el clásico giro colombiano digno de serie de Netflix?

Hoy ellos se escandalizan de la palabra “reelección”, pero si un día regresan al poder, volverán a pedirla. Ya la usaron dos veces este siglo. No son demócratas: son adictos al poder cuando les conviene.

Mi homónimo, Juan Lozano, escribió una carta suplicando justicia en el caso Uribe. Yo también me llamo Juan Lozano. Pero yo no suplico lo que ya doy por hecho. Esta es mi carta. Una carta que no presiona, respalda. Hagamos que llegue a la jueza! [⬇️ LÉELA COMPLETA ⬇️]

Algunos de los tales arrepentidos están en campaña retractándose públicamente de haber votado por Gustavo Petro. Agrada ver que los sectores coherentes de la derecha no los quieren recibir. Son apátridas políticos, parias por su tibieza. Así debe ser, no son de confiar

Miguel Polo Polo llama “populista” al gobierno, pero propone subir penas a menores de edad como si eso fuera viable o útil. Populismo no es lo que critica, es lo que hace. Y lo más triste: se burla de quienes votaron por él. Exíjanle seriedad, por respeto.

Ellos le dicen “petrismo” a lo que en cualquier país decente se llama sentido común: clase media fuerte, pobreza casi inexistente y riqueza privada con reglas. ¿La razón? No quieren clase media. Quieren pobres dominados y agradecidos. El pan como arma para la obediencia

Ellos dicen que queda un año para que “cese la “horrible noche”; pues obvio, si se quedaron sin lo de ir a Cartagena o San Andrés.

Ellos salen muy bravitos los 20 de julio a apoyar a las fuerzas armadas, pero cuando escuchan que un gobierno toma decisiones soberanas en política exterior se escandalizan. Son patriotas de papel

Hoy aplauden a Lina María Garrido: gritos, incoherencias, desinformación. Es natural, los representa. La izquierda no es perfecta, claro. Pero al menos intenta pensar, entender, explicar. Lo hacía cuando era oposición. Lo hace hoy en el gobierno. Recomiendo este fragmento 👇

Nos toca amanecer contradiciendo la tendencia mentirosa que hoy impulsan los medios tradicionales. #UnaGranVerdadEs que en tan solo tres años de gobierno de Gustavo Petro los trabajadores hemos conquistado más derechos laborales que en décadas de gobiernos de derecha

Los trabajadores de Colombia hoy tienen voz, pero saben escuchar. Esa es la verdadera democracia; aunque ellos (la derecha tradicional) están en contra de nuestros derechos, tienen garantía para expresarse y ser oídos.

Iván Duque abandonaba la plenaria cada vez que hablaba la oposición. Hoy, en cambio, Gustavo Petro escuchó incluso cuando lo insultaban. Esa es la diferencia entre quienes se llenan la boca con “democracia” y quienes la practican. Hoy el respeto lo puso el Presidente.